SALMON MARINADO

Salmón, abierto en lomos y sin espinas, sal gruesa y azúcar. Que os limpien el salmón en la pescadería, no está demás comprobar en casa de nuevo por si se le han escapado algunas. Que no os quiten la piel, lávalo y retira las espinas que hayan podido quedar. Después seca muy bien la pieza con papel de cocina.

La cantidad de sal y azúcar a utilizar, dependerá del tamaño del salmón, respecto a las proporciones mezclamos a partes iguales. Venden Sal ahumada (creo que antes la tenían en el mercadona), se puede poner parte de esta sal en lugar de la normal (1/3 por ejemplo).

Necesitas un recipiente ligeramente más grande que el lomo de salmón, haz una cama con la mezcla de azúcar y sal y coloca sobre ella el salmón con la piel hacia abajo. Seguidamente cubre el pescado con más mezcla del marinado, debe quedar completamente cubierto. Si quieres acelerar el secado puedes poner peso encima (brick de leche, latas de bebidas).
Cubre el recipiente con film transparente y consérvalo en el frigorífico.

El tiempo también dependerá de lo curado que te guste el salmón y del grosor de éste. Con 24-36 horas debería ser suficiente, si lo quieres más seco puedes dejarlo 48 horas, lo mejor es probarlo para decidir en qué punto está a tu gusto.

En el proceso se irá formando un jarabe, si quieres lo puedes retirar para que seque con más rapidez.

Una vez que el salmón esté marinado a tu gusto, retíralo del recipiente y lávalo bajo un chorro suave de agua, sécalo muy bien y úntalo con un poco de aceite de oliva. Consérvalo en el frigorífico envuelto en papel de aluminio o en un tupperware cerrado.
Se puede congelar (si no ha sido congelado antes).
La mezcla de sal y azúcar se puede alterar con eneldo y otras hierbas aromáticas que os gusten.