miércoles, 30 de septiembre de 2009

Cocción al vapor


Cocinar al vapor es una técnica o modo de cocción de los alimentos aprovechando el vapor de agua. Para ello ponemos los alimentos sobre una rejilla (adecuada para ello) que está dentro de un recipiente con agua en el fondo.

Económico: no necesitamos ningún tipo de aceite para cocinar y energéticamente consume mucho menos que un horno.
Limpio: la cocina limpita ya que no ensuciamos más que las bandejas, los alimentos no se pegan con lo que su limpieza es muy rápida.
No roban apenas tiempo: la preparación de los alimentos es rápida, el aparato se programa y se apaga a su fin teniendo además la posibilidad de “mantener caliente” hasta que llegue la hora de la cena/comida.
Su versatilidad: con estos aparatos en torre, podemos cocinar varios alimentos a la vez, sólo hay que ordenarlos de abajo a arriba en función del tiempo que cada uno necesite y sabiendo que un nivel más en altura necesita aprox. 5 minutos más de preparación. Es un sistema rápido, no hay que mover los alimentos y el aparato comienza a funcionar de inmediato y además caldo sobrante lo podemos guardar para hacer por ejemplo paella (entre otras cosas).
Salud: es una cocina que no necesita grasas ni frituras. Los alimentos conservan la mayoría de sus vitaminas y minerales. Los platos así cocinados siempre nos sientan bien ya que son muy fáciles de digerir.
Sabor incomparable: el sabor, aroma y color de los alimentos no se ven alterados. Los pescados no se resecan.
Cocer al vapor no tiene nada que ver con la cocción en agua, la calidad final y resultante es muy superior.
Añadir las especias laurel, romero, eneldo, jengibre, cilantro directamente al agua incluso con un chorrito de vino, provocará que el vapor ceda olores y sabores a los alimentos. Esto está especialmente indicado en los pescados y carnes.
Cocinar alimentos que estén en el mejor estado posible (más frescos mejor, no importa que hayan sido congelados siempre que en el momento de congelación estuvieran en un momento óptimo)

martes, 29 de septiembre de 2009

OMEGA 3 y OMEGA 6, la búsqueda del empate

Estos son algunos conceptos básico (y no tan básicos) sobre los famosos ácidos grasos esenciales Omegas 3 y 6.

Se llaman ácidos grasos esenciales a algunos ácidos grasos, como el linoleico, linolénico o el araquidónico que el organismo no puede sintetizar, por lo que deben obtenerse por medio de la dieta.

Tanto la dieta como la biosíntesis suministran la mayoría de los ácidos grasos requeridos por el organismo humano, y el exceso de proteínas y glúcidos ingeridos se convierten con facilidad en ácidos grasos que se almacenan en forma de triglicéridos.

No obstante, muchos mamíferos, entre ellos el hombre, son incapaces de sintetizar ciertos ácidos grasos poliinsaturados con dobles enlaces cerca del extremo metilo de la molécula.

En el ser humano es esencial la ingestión un precursor en la dieta para dos series de ácidos grasos, la serie del ácido linoleico (serie ω-6) y la del ácido linolénico (serie ω-3).

Este es un artículo de la Licenciada en Nutrición, Marina Robertson, he añadido y modificado algunas partes (en azul cursiva y negrita).

Nuestro cuerpo necesita alimentarse con dos tipos de grasas esenciales que no puede fabricar por sí mismo. Se trata de ciertos componentes de la grasa llamados "ácidos grasos". Los Omega-3 constituyen un grupo.

Podemos hablar de dos variedades dentro de los omega-3:

La primera variedad son los EPA y DHA (Docosapentaenoico y Docosahexaenoico). Sus fuentes más ricas son los pescados grasos como el salmón, que poseen altas cantidades de los llamados "aceites de pescado". La dieta típica (la de nuestros días) no incluye más que una minúscula cantidad de ellos por día: un cuarto de cucharadita de té.

La segunda variedad es el ácido alfa-linolénico. Este ácido graso omega-3 proviene de los alimentos vegetales. Dentro del cuerpo, el ácido alfa-linolénico se convierte en el más poderoso EPA y DHA. Las mejores fuentes de ácido alfa-linolénico son los aceites de lino y de canola - de primer prensado- y muchas comidas que los contienen en pequeñas cantidades. En un día, una persona promedio consume menos de un tercio de cucharadita de té de ácido alfa-linolénico.

Hay un tercer ácido graso esencial en discordia: llamado ácido linoleico. (Junto con el ácido araquidónico constituyen los ácidos grasos Omega-6). Las dietas modernas lo incluyen plenamente, gracias a los aceites vegetales refinados, que son fuentes ricas de éste: maíz, soja y girasol. También lo contienen las margarinas, mayonesas y cientos de comidas procesadas, hechas con estos aceites.

La proporción habitual (en nuestros días) de ácido linoleico y alfa-linolénico es de 10 a 1. Pero recientemente, los científicos comenzaron a pensar que esta proporción en las primeras dietas humanas era 1 a 1. " La madre naturaleza nos designó para operar mejor si existe un mayor equilibrio entre dos aceites esenciales" dice Alexander Leaf, MD del Massachusetts, General Hospital de Boston, Estados Unidos, uno de los primeros investigadores del Omega-3. "Cuando el ácido linoleico domina demasiado sobre los Omega-3, podemos ver comprometida nuestra salud"

Una de los beneficios del equilibrio “omega 3-omega 6” es la interferencia en la angiogénesis (formación de nuevos vasos como respuesta a las necesidades del tumor) (ver anticáncer, Dr. David Servan)

¿Cómo funcionan los Omega-3?

Cada día nuestro organismo fabrica unas poderosas sustancias similares a las hormonas, llamadas eicosanoides. Su función es ayudar a regular procesos como inflamación, sangrado, constricción de los vasos sanguíneos y contracción de músculos suaves en órganos como el útero. Y para "fabricar" los eicosanoides, nuestro cuerpo necesita ambos ácidos esenciales: el ácido linoleico (Omega-6) y los Omega-3.

Si el ácido linoleico predomina (Omega-6) y los Omega-3 están en poca cantidad, los eicosanoides que nuestro cuerpo fabrica tienden a provocar inflamación y sangrado. Pero si hay suficientes Omega-3 disponibles, los eicosanoides que el organismo produce, pueden tener efectos benéficos.

En esta línea de investigación, muchos estudios han mostrado una relación positiva entre los ácidos grasos Omega 3 y la reducción de los síntomas en condiciones crónicas como la artritis y el lupus. Algunas investigaciones han sugerido que, un incremento en la ingesta de ácidos grasos Omega 3, actualmente puede ayudar a prevenir la artritis reumatoidea y provocar una disminución en los síntomas del asma infantil y su incidencia.

La mayoría de las investigaciones sobre los Ácidos grasos Omega 3 han concentrado su interés en la relación que tiene este tipo de grasas y las enfermedades cardíacas. Acorde al breve informe publicado en la American Dietetic Association´s Nutrition, los ácidos grasos Omega 3 contribuyen a crear un medio vascular global menos proclive a la oclusión por placas arterioscleróticas. Este informe describe en forma significativa, el beneficio directo de los aceites de pescado de incrementar la salud cardiovascular. Muchos de estos estudios están basados en asociaciones epidemiológicas y casi todos sugieren que el consumo de pescado está asociado con la reducción del riesgo de enfermedades coronarias y ataque cardíaco en la población media.

Sabemos que las grasas Omega-3 se incorporan dentro de las membranas celulares. Según la investigación del Dr. Leaf y otros, los Omega-3 actuarían como los almacenes celulares del calcio, sodio y otros minerales. Para el músculo cardíaco, esto ayuda a asegurar las contracciones regulares. Sin los Omega-3, el músculo cardíaco podría ser vulnerable a las arritmias, una causa común de muerte después del ataque cardíaco.

Por otro lado sabemos que cerca del 30 % de ciertas membranas de las células nerviosas en el cerebro, estás constituidas por DHA, un tipo de Omega-3. La teoría del Dr. Hibbeln asegura que la falta de DHA puede contribuir a desórdenes emocionales y cerebrales al interferir con las transmisiones nerviosas. Los estudios y observaciones sugieren, pero aún no prueban que adecuadas dosis de Omega-3 pueden estabilizar nuestras emociones.

Algunos consejos nutricionales.

La clave reside en eliminar fuentes de omega 6 (ácido oleico), que ya tenemos de sobra con la dieta de nuestros días, sustituir las grasas saturadas por aceite de oliva virgen extra, incorporar alimentos ricos en omega 3 (acido linolénico) como pescados azules (Anchoas, arenque, atún, caballa, pez espada, salmón, sardinas, trucha) lino en semillas o en aceite para crudo.

Incorpore el pescado. Una o dos porciones de pescados ricos en Omega-3 por semana (Anchoas, arenque, atún, caballa, pez espada, salmón, sardinas, trucha). Una porción de 150 g de salmón cocido provee casi 2 g de EPA y DHA, diez veces el consumo habitual.

Use aceite de lino para las ensaladas. Con un 50 % de ácido alfa-linolénico, ésta es la más alta fuente de Omega-3. Use este aceite en lugar de los comunes, altos en ácido linoleico: maíz, soja, girasol. De este modo aumenta el alfa-linolénico, al mismo tiempo que reduce a su competidor en el cuerpo, el ácido linoleico. No utilice aceite de lino para cocción. Agréguelo crudo a las ensaladas, verduras al vapor, sobre un plato de pastas, etc. Una cucharadita de té provee 2.5 g de ácido alfa-linolénico- casi el doble de la ingesta promedio- en una cucharadita de té hay 45 calorías y 5 g de grasa totales. El aceite de lino se oxida fácilmente al calentarse y esto neutraliza sus beneficios nutricionales y por lo tanto puede ser nocivo para la salud.

Cocine y saltee las verduras con aceite de canola. Cada cucharadita de té, de aceite de canola, tiene 0.5 g de ácido alfa-linolénico (y entre 45 calorías y 5 g de grasas totales).

Para asegurarse todos los beneficios, mantenga una dieta pobre en grasas, aun si usted ha incorporado Omega-3. "Los beneficios de los Omega-3 se pierden si uno hace una dieta alta en grasa saturadas, comida chatarra y frituras", dice el Dr. Nettleton.

Marina Robertson
Licenciada en Nutrición
mrobertson@sinectis.com.ar

lunes, 28 de septiembre de 2009

CURCUMA AGAIN

No me gusta ser pesado, sin embargo hay veces que insistir hasta la saciedad trae resultados positivos. Esta imagen se explica por si sóla. Os invito a que cada uno saque sus propias conclusiones.




sábado, 26 de septiembre de 2009

EL CUERPO EN MOVIMIENTO

Ejercicio, deporte, ¿queréis algunas razones para practicarlo?

Reduce la cantidad de tejido adiposo (principal almacén de toxinas cancerígenas).

Modifica nuestro equilibrio hormonal, reduce el exceso de estrógenos y testosterona, que estimulan el crecimiento del cáncer (en concreto mama, ovarios, testiculos, prostata y útero).

Reduce los niveles de azúcar en sangre, consecuentemente los niveles de insulina e IGF (que contribuyen a la expansión de los tumores).

El ejercicio tiene un efecto directo en las citoquininas responsables de la inflamación al reducir su nivel en sangre.

Tiene un actuación directa en el sistema inmunológico (al igual que la meditación), como si nos protegiera del estrés que causan las malas noticias.

Fuente: pág 293. Anticancer. David Servan. Ed Espasa.

lunes, 7 de septiembre de 2009

Quiero empezar a cuidarme. ¿QUÉ HAGO?

Esta fue la primera cuestión a la que yo me enfrenté despues de leer el libro del Dr. Servan (Anticáncer) era todo tan lógico y normal que no sabía por donde empezar.


Esto es lo que hice yo,


Eliminar el azúcar refinado de mi alimentación.


Eliminé el café con leche y azúcar para empezar a tomar té verde en infusión sin edulcorante alguno.

Más ajo y cebolla mejor (si te repite el ajo quítale el germen y si no te gusta el olor que deja usa chicle)

Todas las harinas y derivados (pan, galletas, pasta) que sean integrales.


Eliminar todas las bebidas carbonatadas que contienen azúcar (las light o Zero también)

1 ó 2 copas de vino tinto al día.

Cenas a base de verduras, pescados o ensaladas y ligeras a ser posible. Evita los hidratos de carbono (pastas, panes, etc)

Haz tu pan integral y añade lino, sésamo, goji, pasas (compra una panificadora, la amortizarás rápido)

Haz pizzas caseras con harina integral.

Si vas al McDonald (porque no te queda otra) pide el menú de ensalada (aunque tenga ese pedazo de filete empanado) pide agua o cerveza y postre: fruta.

Si vas al bar a tomar un vino (o dos) pídelo tinto y si la tapa no es sana (es fritura por ejemplo) pide champi o un poco de jamón o un poco de queso curado... y si no tienen no lo comas.

Lino en tus ensaladas, salteados, pan...incrementarás tus omega 3 frente a los 6.

Come setas (si es de cardo mejor).

Come ligero (lee el artículo de comer poco).

Compra jengibre, cúrcuma, frutos secos naturales con su cáscara. (nueces, avellanas)

Compra Goji y toma 15 o 20 bayas al día (busca la entrada)

Llena tu nevera de frutas y verduras y cómetelas.

Arroz integral en lugar del tradicional.

Come poca carne y si puedes ecológica o al menos que sepas que ha pastado. (ternera gallega??)

Reduce tus lácteos (incluye requesón, leches y quesos ecológicos) (Equilibrio Omega 3/6)

Huevos ecológicos (mira la entrada) (Equilibrio Omega 3/6)

Utiliza el romero, el perejil. (lee esta entrada)

Compra chocolate con más del 70 % de cacao (1-2 onzas de postre al día máximo)

Lee las etiquetas de composición de los alimentos, descarta los que tengas mucho azúcar añadido, harinas de trigo no integral, altos contenidos en grasa o muchos conservantes en composición.

Cocina y vuelve al puchero, lentejas, garbanzos, judías...

Guisa con aceite de oliva.

Tira a la basura las margarinas, las mermeladas cargadas de azúcar, las salsas embotelladas, los dulces y chucherías de tus hijos, pero sobre todo todo lo elaborado (ALIMENTOS PREPARADOS listo para comer)

Si vas a comer embutido que sea bueno (jamón serrano), pero si puedes evita el resto.

Sé feliz, busca la felicidad ¡¡

Si en tu familia alguien hace jabón casero pídeselo y elimina tus jabones olor a rosa (sosa y aceite, reacción de saponificación de toda la vida) (Puedes comparar su composición y entenderás lo que digo)

No te enfades, no es importante (tan importante)

Ejercicio semanal sea el que sea, con el encontraras tu equilibrio.

Trabaja tu espiritu (yoga, thai chi, o meditar, incluso tu sólito).

Buena suerte,

Pensamientos

Cuántos de los lanzamientos alimentarios son frutos del estudio por cubrir una necesidad real de nuestra alimentación/estilo de vida y cuántos entran dentro del saco de las necesidades creadas.

Veo alimentos absolutamente innecesarios y desastros para nuestra salud, que mediante la publicidad, los fabricantes tratan de hacernos ver que son imprescindibles. Muchas veces son nuevos (platos preparados) otras son modificaciones de un alimento de partida (diversidad en los cereales infantiles). El pilar al que aluden es el tiempo, el que no tenemos (o dicen que no tenemos). Consiguen que cuando llegamos a casa los tiempos preparar la cena/ ver tele se inviertan. Tradicionalmente la cena se elaboraba llevara el tiempo que llevara dentro de una coherencia. Ahora la serie empieza, o esa peli que no acaba hasta la 1 de la mañana y claro quien tiene tiempo de preparar una ensalada completa o de rehogar esas verduras (elige, corta, trocea, rehoga,etc...).

Dicen que España es el pais de la UE que menos horas duerme (el 80% no alcanza las 8 horas) no tendrá tambien parte de culpa nuestra querida Tv. Creo que la conjugación de la vida laboral/familiar tiene también otros frentes, y si los fabricantes (de alimentos o de Tv) no están dispuestos a ayudarnos somos nosotros solos los que tenemos que salir a flote ...

Carotenoides, arco iris de alimentos

Todas las frutas de color brillante (naranja, rojo, amarillo, verde) el tomate, la zanahoria, calabaza, el caqui, los albaricoques y la remolacha (entre muchos otros) son ricas en carotenoides, vitamina A y licopeno. Tienen la capacidad de inhibir el crecimiento células cancerosas de varias líneas (pe. gliomas cerebrales y mama).
La luteína, el licopeno, el fitoeno y la cantaxantina estimulan el crecimiento de nuestras células inmunes, hacen que nuestras células NK (Natural Killer) resulten más agresivas atacando más eficazmente a las células cancerosas.

Sugerencias:

En tus ensaladas, en los salteados de verduras, en tus tortillas pon a todo COLORES, más colores mejor.

Jengibre

La raíz del Jengibre es un potente antiinflamatorio y antioxidante, incluso más eficaz que la vitamina E. Es efectivo en procesos inflamatorios y su infusión puede mejorar el estado de nauseas provocado por la quimioterapia y la radioterapia. Yo personalmente lo tomo en infusión junto con el té verde, da un ligero toque a limón. Lo más efectivo es una infusión en la que la raíz del jengibre hierva de 10 a 15 minutos. Su ralladura se puede incorporar a verduras salteadas.

En este link http://www.botanical-online.com/medicinalsgengibre.htm podéis leer más propiedades del jengibre.